miércoles, 21 de septiembre de 2016

Recorte a la Semarnat ¿y el ambiente apá?


Hoy resulta obligado hablar de los recortes anunciados en la Propuesta de Egresos de la Federación para el 2017, sobre todo, del impacto previsible en los temas ambientales estratégicos para el país –que por lo visto, no lo son tanto para quienes deciden dónde meter las tijeras-.

Por principio de cuentas, el analista Macario Schettino publica en el Financiero que el recorte afectará más, en términos brutos, a la SEP, con 32 mil millones; a la SCT con 31; Sagarpa, 26 y Semarnat, casi con 22 mil millones.

Pero en términos relativos, es decir, lo que representa el recorte respecto del ejercicio anterior, a la Semarnat le va peor que a las otras secretarías, pues pierde 38% de sus recursos de un plumazo.


Y de plano el recorte suena a catástrofe si se considera que dicha Secretaría pasó de tener un presupuesto de 68 mil millones en 2015 a casi 56 mil en el presente ejercicio fiscal y bajará a casi 36 mil en 2017.


Para no hacer el cuento largo, quiere decir que la Secretaría responsable de preservar el medio ambiente del país habrá perdido la mitad de sus recursos en tan sólo dos años, esto, bajo un gobierno que llegó como coalición entre el PRI y el Partido Verde.


¿Cómo va a afectar el recorte los programas de vigilancia, conservación, restauración, reforestación y apoyos a las comunidades que cuidan y manejan los bosques, selvas y desiertos del país, entre un largo etcétera?


Para empezar y de acuerdo con la nota de Angélica Enciso publicada el día de ayer en el diario La Jornada, la mayor disminución propuesta ocurrirá en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), organismo desconcentrado de la Semarnat, que pasaría de 42 mil 400 millones en 2016 a 26 mil millones de pesos.


A la Comisión Nacional Forestal, Conafor se le asignarán poco más de 3 mil 800 millones de pesos, casi 40 por ciento menos de lo ejercido este año aunque, de acuerdo con un artículo del Dr. Raúl Benet publicado en el portal de Aristegui Noticias, las mayores afectaciones por el recorte anterior ya las había sufrido este organismo, al reducirse el presupuesto destinado al aprovechamiento sustentable de los bosques.


El mismo artículo menciona que el presupuesto destinado a subsidios forestales pasó de 4,430 millones de pesos en 2012 a 3,543 millones en 2015, lo que afecta el cumplimiento de metas “en términos de conservación, restauración, manejo de los bosques, capacidades técnicas, administrativas y financieras, producción, competitividad y acceso a mercados de los productos forestales por parte de las empresas forestales comunitarias.”


Por otro lado, al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, el INEEC, también le han llovido los recortes, pese a ser una pieza clave en el diseño de las estrategias para que México cumpla con los acuerdos de reducción de emisiones signados en la COP21.El Instituto tendrá 211 millones de pesos, luego de haber recibido 215 este año, aunque al principio del sexenio tenía 344 millones, es decir, en la presente administración habrá perdido casi el 40% de sus recursos.


Finalmente, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano sufrirá un recorte cercano al 40%, lo que quiere decir que muy probablemente otros apoyos a las comunidades campesinas destinados al manejo y cuidado de los ecosistemas, también sufrirán severas pérdidas.


Ya ni hablar del recorte a Conacyt de más de 23% que probablemente también le pegará a la investigación en temas de conservación y sustentabilidad.


En contraste con todo lo anterior, resulta que el Senado incrementará sus recursos en 7.6% mientras que la Cámara de Diputados registrará un incremento de 6.5%


Si consideramos que el costo del agotamiento y degradación ambiental de México puede representar hasta el 13% del PIB, de acuerdo con cifras del Banco Mundial citadas en la Encuesta Nacional de Medio Ambiente, el resultado de esta danza de las cifras es un retrato de una visión de país que no apuesta ni a la defensa y construcción de la soberanía, ni a la conservación y rescate de nuestro patrimonio común ni, mucho menos, al bienestar de las mayorías.


Se avizoran tiempos muy difíciles para los ecosistemas mexicanos, a menos que la sociedad civil comience a organizarse en serio y exigir un golpe de timón.

Editorial del PUES en Primer Movimiento, noticiero matutino de Radio UNAM. Mireya Imaz, Marjory González. Se permite su reproducción citando la fuente.
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