lunes, 23 de febrero de 2015

“El que contamina paga pero ¿repara el daño?”

Hoy vamos a analizar la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental (LEFRA), que se ha publicitado con la frase “el que contamina paga”, y vamos a comentar qué pasó con el primer intento por aplicarla.

   Hay que decir que esto que se presenta como una gran novedad para nuestro país se basa en discusiones internacionales que tienen 40 años, plasmadas en documentos como la Declaración de Estocolmo o la de Río, donde aparece este principio que se conoce en inglés como Polluters Pay Principle, y se expresa en la necesidad de tener leyes que garanticen la responsabilidad ambiental y la indemnización a las víctimas de contaminación u otros daños ambientales.

   La primer crítica que podemos hacerle a este principio es que, si bien es correcto diseñar leyes estrictas para castigar a quien contamina o provoca daños al ambiente, a la larga su aplicación se puede convertir más en un impuesto que en un castigo que prevenga una conducta, pues quien tiene la capacidad económica  de hacerlo, puede decidir que le sale más barato pagar por contaminar que invertir en realizar sus operaciones en forma limpia.

   En el caso de la Ley mexicana, que entró en vigor en julio del 2013, se va un poco más allá, de forma positiva, al establecerse que quien dañe al ambiente por acción u omisión, ya sea una persona física o moral, deberá reparar el daño y esta reparación consiste en “restituir a su Estado Base los hábitat, ecosistemas, elementos y recursos naturales, sus condiciones químicas, físicas o biológicas y las relaciones de interacción que se dan entre estos, así como los servicios ambientales que proporcionan.”

   De manera que en la LEFRA el principio no consiste sólo en pagar, sino en restaurar los ecosistemas, lo que es correcto, aunque también señala que cuando no sea posible reparar el daño, se deberá “cubrir la compensación ambiental que proceda” conforme a la propia Ley. Esto es preocupante porque mientras más grave sea el daño es más difícil restaurar un ecosistema, y en ése caso, en vez de que la Ley se vuelva estricta, el tema queda en una multa.

   Resulta positivo que la Ley otorgue valor al medio ambiente como un bien digno de protección jurídica por sí mismo, aparte de los derechos de propiedad, es decir, cualquier persona, ya sea que viva cerca de donde ocurre el delito ambiental o bien, si pertenece a una organización cuyo fin es proteger al ambiente, además de las autoridades en la materia, pueden demandar a quien haya ocasionado el daño, sin importar si se es propietario o no del lugar del incidente. Así queda claro que el ambiente es un patrimonio común que los ciudadanos podemos y debemos defender.

   Sin embargo, la Ley tiene defectos que salieron a la luz, como dicen los clásicos, desde el primer round.

   ¿A qué nos referimos? Después del derrame de sulfato de cobre en el Río Sonora ocasionado por la Minera Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, y del que hemos charlado anteriormente, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la PROFEPA, quería sancionar con una multa de 3 millones de pesos como sanción administrativa, mientras que la Secretaría del Medio Ambiente (SEMARNAT) proponía aplicar la nueva Ley Ambiental por primera vez, lo que se traducía en una multa de 40 millones de pesos a la minera, este monto es el tope marcado en la Ley, y obviamente  resulta absolutamente insuficiente para reparar el daño causado a las poblaciones humanas y a los ecosistemas por el derrame de más de 40 mil metros cúbicos de residuos tóxicos.

   El propio Secretario de la SEMARNAT, al comparecer ante la Cámara de Diputados por este caso, señaló que a la Ley de “faltaban dientes”, tal como lo reportó el periódico El Universal en una nota del 30 de septiembre del año pasado.

   Hasta el momento, la autoridad ambiental ha optado por negociar con Grupo México el establecimiento de un Fideicomiso de 2 mil millones de pesos, a decir del Procurador Ambiental para evitar “un juicio largo” ante jueces de distrito como también lo marca la Ley. Esta cifra representa apenas el 8% de las ganancias netas de la empresa durante el año 2013, de acuerdo con un reporte de la revista Mundo Ejecutivo de enero pasado. Tampoco se contempla quitarle la concesión a la minera, pues esto es una atribución de la Secretaría de Economía y a ésta parece que el asunto ambiental no le merece gran atención.

   Otro problema en la ejecución de la nueva ley ambiental LEFRA es la falta de conocimiento de los ecosistemas del país pues, para restaurar un ecosistema a su estado base, se requiere conocer a fondo dicho estado base. En la medida en que no hay inversión suficiente para estudiar y valorar los ecosistemas del país, esta parte de la Ley se vuelve de imposible aplicación.

   También hay que sumar, o restar, la conocida la carencia de personal suficiente para realizar actos de inspección ambiental, proceso indispensable si queremos que esta Ley funcione para prevenir la ocurrencia de daños ambientales y no simplemente multar a quiénes ya los cometieron.

   Así, incrementar sustancialmente las multas preventivas, la inversión en ciencia básica y en inspección, son algunos de los puntos urgentes para hacer realidad la letra de la ley LEFRA.

   Como podemos ver hasta ahora, al que contamina, paga... y le sale barato, bastante más que invertir en un plan de prevención y mitigación de riesgos. Esto es un mal negocio para el país y para sus habitantes quienes terminamos pagando los platos rotos.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del martes 24 de febrero de 2015.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM, México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

martes, 10 de febrero de 2015

Vida extrema en la Antártida

Pez subglacial
Hoy vamos a hablar sobre diversos descubrimientos de nuevos organismos en las heladas aguas de la Antártida que han sorprendido a la comunidad científica en los últimos años, y que son un botón de muestra de cuánto nos falta por conocer y comprender acerca de las complejas dinámicas de los ecosistemas y los seres vivos que habitan nuestro planeta, aún en sitios tan inhóspitos como éste continente, en el cual la temperatura promedio del mes más cálido no supera los 0º Celsius.

   Estas condiciones ambientales difíciles se reflejan en la biodiversidad, así, por ejemplo, hay mayor presencia de especies de hongos, líquenes y algas que de plantas, la fauna es escasa sobre la plataforma continental, aunque es más abundante en los mares que la rodean, donde son características las medusas, lobos marinos, focas, peces y, por supuesto, los pingüinos.

   Sin embargo, todos estos seres vivos viven sobre los hielos antárticos y en la superficie marina, de manera que encontrar organismos a grandes profundidades debajo del hielo era algo que casi nadie esperaba, pero justo esto fue lo que encontró un grupo de investigadores de diversas universidades de Estados Unidos financiados por la Fundación Nacional para la Ciencia de ese país.

   El pasado 21 de enero en la revista Scientific American se dio a conocer el hallazgo de un complejo ecosistema en el lago subglacial Whillans, en una corriente de agua de mar, oculta bajo un techo de hielo de 740 metros de espesor -lo que le da su característica de subglacial- y cuyos habitantes pueden vivir completamente aislados de la luz solar y del aire de la superficie terrestre.

   Las y los investigadores -liderados por Slawek Tulaczyk- descubrieron un ecosistema acuático compuesto por peces y diversos invertebrados, usando un taladro de agua caliente para perforar el hielo y un pequeño robot submarino para captar las imágenes que se iban descubriendo.

   El lugar al que tuvieron acceso por vía remota, gracias al robot, tiene condiciones tan hostiles que los científicos esperaban encontrar solamente un poco de vida microbiana.

   Sin embargo, sorpresivamente, encontraron decenas de peces, crustáceos y otros organismos invertebrados marinos, viviendo muy lejos de la luz solar y del plankton, base de la cadena alimentaria en el mar.

   Este descubrimiento muestra un tipo de vida muy compleja y altamente especializada, hasta entonces desconocida, y que podría estar viviendo a lo largo y ancho de las vastas áreas debajo de hielo de la Antártida, que abarcan más de un millón de kilómetros cuadrados de fondo marino inexplorado.

   La investigación, además, genera nuevas preguntas como qué comen estos peces y de qué se alimentan en un ambiente donde la energía se gana con mucho esfuerzo.

   Por ejemplo, dos años antes, este mismo equipo perforó otra zona del lago, 100 kilómetros aguas arriba, y encontró un ecosistema que se alimenta de amonio, aunque en esa ocasión sólo hallaron microbios.

   Otro ejemplo de descubrimientos recientes de vida en condiciones extremas, ocurrió hace tres años también en la Antártida, mientras un grupo de científicos británicos, exploraba las comunidades que habitan alrededor de las ventilas hidrotermales, que son fisuras del piso oceánico de las que sale agua calentada geotérmicamente, es decir, por sitios volcánicamente activos en los que las placas tectónicas se están separando y dejan espacios por los que se filtra el agua oceánica.

Fauna de las ventilas hidrotermales
   Al calentarse el agua por su proximidad con el magma, se produce un géiser submarino con temperaturas mayores a 300°Celsius, que disuelve, a su paso los contenidos minerales de rocas de la propia corteza.

   Estos minerales le sirven a las bacterias presentes para fabricar sus propios alimentos a través de la quimiosíntesis y no de la fotosíntesis, porque en estos sitios, como ya mencionamos, no llega la luz. Así, en estos ecosistemas las bacterias son la base de la cadena trófica o alimenticia.

   Lo que descubrieron expertos de las Universidades de Oxford y Southampton en las ventilas hidrotermales de la Antártida, fueron nuevas especies de cangrejo yeti, estrellas de mar, percebes, anémonas y un pulpo, de acuerdo con la investigación publicada en el número de enero del 2012 de la revista PLoS Biology.

   También, se ha descubierto vida en las charcas estacionales formadas por la nieve fundida, donde recientemente Roberto Guidetti y Reggio Emilia de la Universidad italiana de Módena descubrieron ejemplares de tardígrados, también llamados "ositos de agua", en los musgos del lago del cráter Cirque, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Discover en enero del año pasado.

"Ositos de agua"
   Estos diminutos animales, asombrosamente adaptados al frío antártico, pueden permanecer en vida latente al secarse las charcas, aún por varios años, y volver a la vida tan activos como si nada, en cuanto el deshielo trae agua nuevamente. Los tardígrados pueden entrar en un estado de animación suspendida conocido como criptobiosis, reduciendo el contenido de agua en su organismo de 85% hasta sólo 3%, y reduciendo su metabolismo varios años.

   El papel de estos organismos "extremos" -o que viven en ambientes extremos para nosotros- en el funcionamiento de nuestro planeta, es aún materia de estudio, pero lo que queda claro es que el planeta bulle de vida por todos sus rincones, y dado que sabemos que los ecosistemas están interconectados en formas complejas unos con otros, es muy importante que ayudemos a conservar las condiciones que sostienen la trama de la vida en nuestro planeta.

   Y como dato interesante, le compartimos que nuestro país protege estas particulares condiciones de vida en dos área naturales protegidas, las Ventilas Hidrotermales de la Cuenca del Guaymas y las de la Dorsal del Pacífico Oriental, localizadas en el Golfo de California y en el Pacífico Norte, respectivamente.

Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del 10 de febrero de 2015.
Mireya Imaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM. México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

lunes, 9 de febrero de 2015

Regresan las Monarcas

¡Buenas noticias para nuestros lectores acerca de la mariposa Monarca!

   De acuerdo con un  informe conjunto de SEMARNAT, CONANP y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en Inglés) presentado el pasado 27 de enero, la superficie boscosa que ocupan las colonias de la Monarca al arribar a México aumentó 69% respecto del año pasado.

   Estas son buenas nuevas porque en los últimos años se habían registrado mínimos históricos de la superficie forestal donde se alojan las colonias de este insecto, y esta es una medida indirecta del número de mariposas que arriban a nuestro país.

   De acuerdo con el reporte del WWF, al inicio de la temporada de migración -que comenzó en noviembre de 2014 y se prolongará hasta marzo de este año- se registraron 9 colonias de hibernación de mariposas Monarca, tres en Michoacán y otras seis en el Estado de México, ocupando poco más de una hectárea de bosque.

   Esta superficie representa un incremento importante respecto del 2013, cuando sonaron las alarmas porque las colonias apenas abarcaron 0.62 hectáreas, de acuerdo con el mismo informe. Baste decir que en 1995 llegaron a ocupar 18 hectáreas de bosques para darse una idea de cuánto ha disminuido su territorio.

   La migración de la Monarca es una de las más espectaculares de la naturaleza. Millones de estos pequeños insectos recorren 4,200 kilómetros desde Canadá hasta el centro de México para pasar el invierno en los bosques de oyamel, pino, pino-encino y cedro. Parece increíble que un ser aparentemente tan frágil vuele esa distancia.

   Pero aún es más impresionante si tomamos en cuenta su ciclo de vida: como adultos, las Monarca viven cuatro o cinco semanas. Sin embargo, una de las maravillas de ésta especie es la llamada “generación Matusalén”: al acercarse el otoño en Canadá y Estados Unidos, nace una generación especial. A diferencia de sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, la generación migratoria vivirá siete u ocho meses. En comparación, si nuestro promedio de vida fuera de 75 años, una “generación Matusalén” humana viviría 525 años.

   Esto quiere decir, además, que las Monarca que viajan a México nunca han estado aquí. Cómo encuentran el camino hacia el sur para llegar a los santuarios donde se reproducen y cómo se orientan para regresar es todavía un tema de investigación; probablemente se deba a una compleja combinación de patrones de vuelo heredados, asociados a los ritmos circadianos o biológicos de la especie y la posición del sol en el cielo, de acuerdo con un estudio de Christine Merlin y Robert J. Gegear publicado en el 2009 en la revista Science.

   La nueva generación nacerá en el norte en zonas abiertas como pastizales y campos de cultivo, en donde crecen las Asclepias o algodoncillo, la única planta de la cual se alimentan.

   Vale la pena subrayar que conocemos la dinámica de esta migración gracias a un monitoreo ciudadano. El zoólogo canadiense Fred Urquhart y su esposa Nora investigaron durante 40 años a las Monarca, reuniendo a miles de voluntarios para poner minúsculas etiquetas en las alas de las mariposas y así poder documentar su ruta migratoria.

   Hablando de las causas que afectan a las poblaciones de esta maravilla natural, estas son diferentes dependiendo del país. En Estados Unidos y Canadá la amenaza mayor es la pérdida de las Asclepias, debida al uso de herbicidas e insecticidas y a la reducción de hábitat por el desarrollo urbano, aunque es probable que también se deba a la introducción de cultivos transgénicos que han probado ser muy dañinos para las Monarca (al menos en laboratorio, de acuerdo con la página electrónica de CONABIO).

   En México, las principales amenazas son el deterioro de los sitios de hibernación debido a la tala ilegal y la pérdida de bosques que se convierten en campos de cultivo. A esto se suman las condiciones climáticas extremas en los tres países.

   Para protegerlas existen diversas iniciativas en los  tres países por cuyo territorio viajan estos sorprendentes insectos, por ejemplo, México incluyó los santuarios de hibernación en una Reserva de la Biosfera, y desde 2008 fueron declarados Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

   Pero sin duda las medidas más importantes tienen que ver con la restauración de los bosques, por una parte, y de las condiciones de vida de las comunidades campesinas que los habitan. De acuerdo con el reporte que citamos al principio, las autoridades ambientales mexicanas, junto con diversas organizaciones ambientalistas y empresarios, han impulsado la creación de viveros comunitarios y negocios sustentables de ecoturismo, producción de hongos y artesanías, además de fortalecer los programas de vigilancia comunitaria y ejidal.

   Ojalá que este tipo de proyectos tengan cada vez mayor impulso, pues sin bienestar para las comunidades campesinas no será posible la conservación de las mariposas Monarca y, al mismo tiempo, la conservación de este fenómeno migratorio es clave para el bienestar de las comunidades humanas que habitan cerca de sus santuarios. Así funciona la sustentabilidad.

* Editorial del Programa Universitario de Medio Ambiente en el noticiero Primer Movimiento de Radio UNAM, emisión del 3 de febrero de 2015.
Mireya Ímaz, Marjory González. 2015, PUMA-UNAM. México.
(Se autoriza la reproducción citando la fuente).

viernes, 6 de febrero de 2015

Materiales de consulta para el taller sobre Consumo Responsable

Fuentes de consulta (por tema)

ADITIVOS
Ibáñez et. al. "Aditivos alimentarios" Nutrición y Dietética. Revista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. Agosto 2003, Vol. 1, No. 8 [Fecha de consulta: 5 de febrero de 2014]
La Cocina Química: aprenda sobre aditivos (en Inglés) | Centro por la Ciencia en el Interés Público (EUA)
Los aditivos alimentarios y sus efectos en población infantil | Consumer Eroski

COLORANTES
Kraft remueve colorantes artificiales de sus macarrones con queso (en Inglés) | CNN
Sumario de estudios sobre colorantes artificiales (en Inglés) | Centro por la Ciencia en el Interés Público (EUA)
Excluir tartracina para prevenir el asma (en Inglés) | Centro Nacional de Información Biotecnológica (EUA)

NITROSAMINAS
Consumo de carne procesada, nitrosaminas dietéticas y riesgo de cáncer de estómago en un grupo de mujeres suecas (en Inglés) | International Journal of Cancer

JARABE DE MAÍZ DE ALTA FRUCTOSA
Un enfoque macroepigenético para identificar los factores responsables de la epidemia de autismo en los Estados Unidos (en Inglés) | Clinical Epigenetics Journal
El consumo de bebidas que contienen jarabe de maíz de alta fructosa puede ser determinante en la epidemia de obesidad (en Inglés) | The American Journal of Clinical Nutrition
Jarabe de maíz de alta fructosa más tóxico que el azúcar, según estudio (en Inglés) | Oregon Live

Infografía: La Nación
NUTRICIÓN Y SALUD
La OMS y la FAO publican un informe de expertos independientes sobre dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas | OMS

INGESTA DIARIA DE AZÚCAR EN LA DIETA
Ingesta de Azúcares en la Dieta y la Salud Cardiovascular (en Inglés) | American Heart Asociation
Azucar: preguntas frecuentes (en Inglés) | American Heart Asociation
¿Sabes cuánta azúcar tiene tu bebida favorita? | Alianza por la Salud Alimentaria
Azucar: hechos y mitos | Revista ¿Cómo Ves?
La OMS abre una consulta pública acerca del proyecto de directrices sobre los azúcares | OMS

SODIO
En México, consumo de sal muy superior al recomendado | Instituto Nacional de Salud Pública


Materiales (click en "Ventana emergente" para descargar)

1. COMPILADO DE TEXTOS SOBRE CONSUMO RESPONSABLE
(Elaborado por el equipo de Educación Ambiental del Puma)



2. TABLA DE ADITIVOS ALIMENTARIOS



3. RESUMEN DE RADIOGRAFÍAS



4. LEYES

- NOM-051-SCFI/SSA1-2010
(Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-información comercial y sanitaria).
- Modificación (10-oct-2010)
- Reglas de Etiquetado Cofepris | Diario Oficial de la Federación


Sitios de interés

El Poder del Consumidor
Asociación civil sin fines de lucro por la defensa de los derechos del consumidor
http://elpoderdelconsumidor.org/

E-aditivos
Guía práctica de aditivos alimentarios perjudiciales o nocivos
http://e-aditivos.com/